Lo vivido este domingo pasado en las elecciones al Congreso local y los 20 días previos a la jornada electoral, no dejan lugar a dudas: En Hidalgo, una vez más, el Gobierno estatal creó, organizó y operó una elección de Estado a favor de los candidatos del PRI y su aliando, el Partido Nueva Alianza, sin importarle atentar gravemente contra las instituciones democráticas de nuestra entidad.
Desde el principio –y aunque el Instituto Estatal Electoral lo niegue-, la apuesta de quienes dirigen el aparato de Estado era no permitir la afluencia de votación, por eso, podemos explicar como la propaganda de promoción del voto no fue tan eficaz como en años anteriores. Lo dicho:
El abstencionismo favorece al régimen y perjudica a los y las hidalguenses.
Esta elección de Estado tuvo como trasfondo el fraude electoral. Lo decimos fuerte y claro. La ambición del PRI y sus aliados mayoritarios en el aparato burocrático estatal buscaron como nunca y, a toda costa, perpetrar tres años más el sistema político en el cual Hidalgo ha vivido por más de 77 años.
Las pruebas son muchas y son contundentes. Tan sólo en el distrito XVI de Ixmiquilpan, fuimos testigos de cómo el candidato del PRI, Mario Escamilla, repartía cobijas y despensas del Plan Alimentario estatal en apoyo a su campaña proselitista, sin importarle siquiera que éstos trajeron consigo los logotipos del DIF y del propio Gobierno del Estado; de éstos repartos, quedó constancia en las fotografías de los boletines oficiales que desde la jefatura de prensa de éste partido se repartían a los diversos medios de comunicación que cubrieron las campañas.
El mismo día de la elección, en las comunidades cercanas a la cabecera distrital, las Coordinaciones Regionales de la Secretaria de Gobierno y los Comités Municipales priistas pagaban hasta en 500 pesos el voto a favor del PRI, esto, en lugares conocidos como “Casa Amiga”.
Esta operación violatoria de la Ley Electoral estatal, se repitió en cada uno de los dieciocho distritos.
Por eso rechazamos y condenamos la injerencia del Gobierno estatal y del gobernador Miguel Ángel Osorio Chong en estas elecciones. A nadie le queda duda, los y las hidalguenses fuimos víctimas de una Elección de Estado, en aras de preservar los beneficios políticos y económicos para aquellos que hoy detentan el poder público en Hidalgo y en México.
No obstante, el trabajo comprometido, sacrificado y valiente de las bases del Partido de la Revolución Democrática en esta elección, está exento de cualquier imputación que pretenda devaluarlo.
Las bases perredistas dieron la cara una vez más por nuestro partido, en tiempos duros, difíciles, con el objetivo fijo de lograr la urgente democratización de nuestro estado.
A todos ellos y ellas nuestra felicitación y solidaridad ante ésta complicada prueba. Nos sumamos a éstos sentimientos de indignación surgidos en la lucha contra el aparato gubernamental. Estamos con ustedes, porque nosotros y nosotras, quienes conformamos este colectivo de lucha, compartimos su sentir; pero como ustedes, estamos conscientes que más temprano que tarde, el sol renacerá. Nos acercamos a la elección para renovar la Presidencia Estatal y Nacional del PRD y estamos listos.
¡Por un PRD comprometido con los perredistas y con los movimientos sociales!
¡Todo el poder a las bases!
¡Por un PRD de izquierda, combativo y socialista!
¡El PRD es un partido de izquierda y como tal debe de actuar!
PLANILLA UNO – COLECTIVO DE IZQUIERDA HIDALGUENSE
PLANILLA UNO – COLECTIVO DE IZQUIERDA HIDALGUENSE
